¿Qué situaciones de salud experimentan las personas trans? Múltiples discriminaciones y múltiples luchas por el derecho a la salud

El sistema de salud es una de las primeras instituciones en definir, explicar, patologizar e intervenir las experiencias trans. Desde finales del siglo XIX y principios
del siglo XX diversos sexólogos han definido, desde la anormalidad y la patología, términos como “invertidos”, “travestis” y “transexuales”.
De este modo, el hecho de autonombrarse e identificarse hoy como implica que actualmente las personas están luchando contra las instituciones de poder que definen y patologizan la diferencia.

Es decir, las personas trans están reivindicando, por la vía del reconocimiento propio, el derecho a la autodeterminación y la dignidad desde las diferencias.
La experiencia de las personas trans —en términos clínicos— se observa como trastorno de la identidad de género (TIG), disforia de género o transexualidad.
Dichas denominaciones aparecen consignadas en textos médicos como el dsm–v y el cie 10, y muchas organizaciones sociales de personas trans alrededor del mundo, han luchado por la despatologización de la transexualidad ; es decir, los movimientos sociales trans exigen que la transexualidad no sea vista como patología, como enfermedad, como trastorno o como disforia. Estas luchas sociales también reivindican el derecho de las personas trans a recibir los tratamientos médicos (hormonales y quirúrgicos) necesarios para la construcción de su identidad, como parte de los sistemas de cobertura en salud En países como España, las luchas de las personas trans han logrado la creación de marcos normativos como la Ley de Identidad de Género que garantiza el reconocimiento oficial de la identidad por parte del Estado en los documentos oficiales y los tratamientos médicos de intervención corporal que demandan los y las trans.